Técnicas Esenciales para un Esmaltado Perfecto en Cerámica

El esmaltado es una de las etapas más importantes y emocionantes en la creación de cerámica. Este proceso no solo añade color y brillo a las piezas, sino que también las protege y les da carácter.

Sin embargo, lograr un buen esmaltado requiere técnica, precisión y paciencia. A continuación, te comparto algunas técnicas esenciales para asegurarte de que tus piezas queden perfectamente esmaltadas.

1. Preparación de la Pieza

Antes de aplicar el esmalte, es crucial que tus piezas estén bien preparadas.

1.1 Bizcochado

El bizcochado es una cocción preliminar que fortalece la pieza y elimina impurezas, facilitando la adherencia del esmalte. La temperatura de cocción influye en la porosidad de la pieza, y dependiendo del resultado deseado, puedes optar por un bizcochado bajo, medio o alto. Por ejemplo, un bizcochado a 800º C ofrecerá una mayor porosidad, ideal para esmaltes que requieren una capa gruesa, mientras que un bizcochado a 1000º C dará como resultado una superficie más compacta, adecuada para esmaltes finos.

  • Esmalte de capa gruesa: Bizcochado bajo (800º C).
  • Esmalte de capa fina: Bizcochado alto (1000º C).

Aún así, como cada pasta tiene su propio rango de cocción, debemos buscar la temperatura idónea para el bizcochado.

Por ejemplo, en una pasta de alta temperatura como la porcelana que se puede cocer a 1280º, un bizcochado de 800º será muy bajo, 1000º será la media y 1200º será alto.

Si estuviésemos trabajando con una pasta de baja temperatura como la terracota que tiene un punto de cocción de 980º, un bizcochado de 1150º sería excesivo y probablemente se nos empezaría a fundir. Un bizcochado de 850º sería una temperatura media y 960º sería un bizcochado alto.

Además, si estás trabajando con piezas delicadas como joyería en porcelana, un bizcochado bajo te permitirá pulir la pieza para un acabado suave al tacto y delicado a la vista.

Además de todo esto, también existe el proceso de monococción, esto es lo que se hace a menudo en trabajos de alfarería donde se busca el mínimo coste y no se busca tanto un acabado perfecto.

La monococción consiste en esmaltar la pieza seca pero no bizcochada. Este proceso no sirve para cualquier trabajo en cerámica ya que la pieza debe ser robusta para poderla manipular ya seca y que no se estropee al sumergirla en el esmalte líquido.

Con la a monococción ahorramos tiempo y costes ya que en una sola cocción tenemos la pieza terminada.

1.2 Limpieza de la Superficie Cerámica

La limpieza es crucial antes de aplicar el esmalte. La superficie debe estar libre de polvo, aceites y otros contaminantes para asegurar una adherencia uniforme del esmalte. Utiliza una esponja húmeda para limpiar la pieza o sumérgela en agua y déjala secar completamente. Dependiendo del resultado deseado, puedes aplicar el esmalte con la pieza ligeramente húmeda o completamente seca.

Truco: En algunos casos te convendrá que la pieza esté 100% seca antes de esmaltar para que absorba una buena capa de esmalte pero en otros casos, dejar un poco de humedad en la pieza te ayudará a asegurar una capa fina y uniforme del esmalte. 

Cómo ves, en cerámica no hay fórmulas exactas sino que se trata de conocer bien los elementos y los procesos y utilizarlos en función del resultado que busques.

2. Selección del Esmalte

Conocer los diferentes tipos de esmaltes y cómo reaccionan es fundamental para obtener el acabado deseado.
En primer lugar debes elegir un esmalte compatible con la temperatura de cocción de tu arcilla y a partir de ahí puedes elegir entre las miles de posibilidades que ofrecen los esmaltes.

Existen tres rangos principales de temperatura para esmaltes:

  • Baja temperatura: 800º – 1020º C.
  • Temperatura media: 1020º – 1100º C.
  • Alta temperatura: 1200º – 1280º C.

Los esmaltes cerámicos son mezclas químicas de varios compuestos inorgánicos, principalmente sílice, alúmina, fundente y óxidos metálicos o colorantes que, al calentarse, se convierte en una capa vítrea, similar al vidrio, que recubre la cerámica. Esta capa no solo embellece la pieza, sino que también la protege y la impermeabiliza.

Hay tres tipos principales de esmaltes:

  • Esmaltes hechos a partir de una receta.
  • Esmaltes creados a partir de una base.
  • Esmaltes industriales.

2.1 Esmaltes hechos a partir de una receta:

Estos son los tradicionales, los que se han utilizado durante decenas de años.

Desde la antigüedad se han preparado estos esmaltes mezclando los minerales y óxidos necesarios para crear una capa protectora a la cerámica. Dependiendo de los elementos y de su proporción, obtenemos esmaltes brillantes, mates, opacos o transparentes. Con color o incoloros, con texturas, efectos etc… 

Hay territorios que, por su larga tradición en un tipo de esmalte, se han vuelto parte de su cultura popular como por ejemplo el Celadón o el Tenmoku en Asia o Majolica o los Lustres en Italia y España.

Para realizar un esmaltes a partir de los minerales naturales, podemos crear una receta a partir de la fórmula Seger o podemos utilizar una receta que alguien ya ha desarrollado y utilizado dándonos la confianza de su buen resultado.

Hay infinidad de recetas de esmaltes, antes se pasaban de padres a hijos o de maestros a aprendices o incluso, en algunos casos, eran el secreto más bien guardado de algunas familias de ceramistas que no querían compartirlo por haber hallado algo único y especial que los diferenciaba de los demás.

Ahora los encontramos en libros y también podemos encontrar muchas recetas en la red, cada vez se hace más habitual compartirlas aunque, como todo buen cocinero, no se explica todo!

A continuación te mostramos un site donde encontrarás muchas recetas además de comentarios específicos de los ceramistas que los han utilizado: recetas de esmaltes

2.2 Esmaltes creados a partir de una base:

Estos esmaltes están a medio camino entre los de receta y los preparados industriales y son una excelente forma de tener una gran variedad de colores en poco tiempo ya que su preparación es relativamente rápida y sencilla.

Se trata de elegir un esmalte base y añadirle algún otro elemento que lo modifique.

Este elemento podría ser un óxido o colorante para darle color o algún mineral que altere su composición para crear un efecto.

2.3 Esmaltes industriales:

Son los más accesibles y fáciles de usar, ideales para principiantes. Vienen listos para aplicar y se pueden encontrar en una gran variedad de colores y efectos.

Estos esmaltes vienen, normalmente, en botes de 500 gr. o 1 kg y ya están disueltos en agua y otros elementos que los hacen bastante plásticos y fáciles de aplicar con pincel.

Cada vez podemos encontrar mayor variedad de estos esmaltes, de diferentes temperaturas de cocción, diferentes colores, efectos etc….

Consulta las especificaciones del fabricante y realiza pruebas previas en pequeñas muestras para ver cómo reaccionan con tu material.

Aquí puedes encontrar esmaltes de baja y esmaltes de alta temperatura.

3. Métodos de Aplicación

Cada método de aplicación tiene sus ventajas y depende del tipo de pieza y el acabado deseado.

  • Inmersión:
    Sumerge la pieza en un recipiente con esmalte líquido. Este método es ideal para piezas pequeñas y medianas y garantiza una cobertura uniforme. Sostén la pieza con pinzas y sumérgela uniformemente para evitar acumulaciones y goterones. El tiempo de inmersión influirá en la capa que se deposita en la pieza bizcochada, cuantos más segundos, más gruesa será la capa.
  • Vertido:
    Vierte el esmalte sobre la pieza utilizando un recipiente. Este método es útil para piezas grandes que no caben en un recipiente de inmersión. Asegúrate de girar la pieza para cubrir todas las áreas uniformemente. Se necesita cierta práctica.
  • Pincel: Ofrece control y precisión, ideal para detalles y áreas pequeñas. Aplica varias capas delgadas para evitar marcas del pincel y garantizar una cobertura uniforme.
  • Pulverización: Método ideal para piezas con detalles finos y texturas. Permite controlar el grosor del esmalte de manera uniforme.

Consejo de seguridad: Al pulverizar esmalte, asegúrate de usar una máscara protectora y trabajar en un área bien ventilada.

4. Control de Grosor

El grosor de la capa de esmalte es esencial para un buen acabado. Una capa demasiado fina dejará la pieza áspera, mientras que una capa demasiado gruesa puede causar burbujeos o goterones.

Herramientas útiles:

  • Densímetro: Para medir la densidad del esmalte y ajustar la cantidad de agua.
  • Punzón: Para verificar el grosor de la capa aplicada.

5. Secado y Retocado

Después de aplicar el esmalte, deja que la pieza se seque completamente antes de manipularla. Revisa la superficie en busca de burbujas o imperfecciones y retoca con un pincel fino si es necesario antes que el esmalte se seque completamente. Asegúrate de que la base de la pieza esté limpia de esmalte para evitar que se adhiera al horno durante la cocción.

6. Cocción

La cocción es una etapa crítica. Asegúrate de que tu horno esté calibrado correctamente y que estás utilizando los esmaltes y pastas correctas para la temperatura que vayas a hornear. 

En el caso de esmaltes preparados industrialmente, sigue las instrucciones del fabricante para la temperatura y el tiempo de cocción. 

Evita abrir el horno durante la cocción para mantener una temperatura constante y prevenir choques térmicos así como para cuidar las resistencias del horno (en el caso de hornos eléctricos). 

  • Sin instalación, enchufar y usar, ahorro de energía y ahorro de energía. Mini cuerpo, ocupa poco espacio, también se puede crear en casa.
  • El horno inteligente, el teléfono móvil se puede controlar de forma remota y el estado de cocción de cerámica se puede operar y ver en cualquier momento.
  • Un botón de arranque, horno inteligente y múltiples modos de encendido hacen que el horno sea tan simple como el arroz frito.
  • Utilizando el alambre eléctrico de aluminio cromado Beijing Shou Gang HRE, la temperatura más alta puede alcanzar los 1400 °C, con buena resistencia a la oxidación y larga vida útil.
  • Calefacción de 5 lados, calefacción equilibrada, ahorro de energía y eficiente, y más eficiente energéticamente.

7. Post-Cocción

Una vez finalizada la cocción y enfriado el horno, retira las piezas con cuidado. Inspecciona el acabado del esmalte para asegurarte de que sea liso, brillante o mate según lo esperado, y libre de defectos visibles.

8. Consejos Adicionales

  • Prueba y error: No temas experimentar con diferentes técnicas y esmaltes. La cerámica es un arte en constante aprendizaje.
  • Documentación: Lleva un registro detallado de tus procesos para replicar éxitos y evitar errores futuros.
  • Seguridad: Trabaja siempre en un área bien ventilada y utiliza el equipo de protección adecuado.

9. Preguntas Frecuentes

¿Es necesario siempre bizcochar la pieza antes de esmaltar?
No siempre, pero es altamente recomendable, ya que fortalece la pieza y mejora la adherencia del esmalte.

¿Cómo puedo evitar que el esmalte se corra durante la cocción?
Controlando el grosor de la capa de esmalte y asegurándote de que el horno esté bien calibrado.

¿Qué debo hacer si el esmalte tiene burbujas después de la cocción?
Esto puede ser causado por una capa de esmalte demasiado gruesa o impurezas en la pieza. Intenta ajustar la densidad del esmalte y limpiar mejor la superficie.

¿Puedo mezclar esmaltes industriales con esmaltes hechos a mano?
Es posible, pero debes hacer pruebas previas para asegurar la compatibilidad.

¿Qué hago si el esmalte no se adhiere bien a la pieza?
Revisa la limpieza de la pieza y la densidad del esmalte. Puede ser necesario ajustar la temperatura de cocción.

¿Cuál es la mejor técnica para esmaltar piezas grandes?
El vertido es ideal para piezas grandes, ya que permite una aplicación uniforme sin necesidad de inmersión.

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